jueves, octubre 06, 2011

Hay que salir de la taberna... caverna... taberna... caberna...

Todo esto se vuelve vacío...
tan vacío como decir adiós a alguien que no te puede oir.
Una lágrima derramada por la emoción de algo fugaz.
Como enamorarte del protagonista de una película erótica.

Cada vez resuena más el eco...
el eco de una palabra perdida entre los dientes.
De una palmada en la espalda que dejó cicatriz.
Como el aleteo de una paloma al otro lado de una avenida.

Todo esto empieza a pesar...
Pesa como el signo interrogante encima de mi cabeza.
Como la maleta llena de armas que ahora no consigo encontrar.
Como la lista de motivos para dar un golpe sobre la mesa... para haceros acallar.

Cada vez se nubla más la imagen...
Ahora que todo adopta un ápice de claridad.
Por cada centímetro que me acerco más a la realidad...
...todas esas sombras quedan desenfocadas...
...se disuelven bajo la luz los sueños por realizar...

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