jueves, septiembre 25, 2014

La Noia Gemelar (Sin paranoias)

Yo me acuerdo de verte bajar la escalera con una sonrisa de medio lado y compañía poco duradera.
Me acuerdo de las flores de tu vestido, de tu sacarina en el bolso, de torturar al destino.
Me vuelven a la mente más de novecientos días pensando en tu nombre. Tocándote.
Y ahora, los dos, ponemos una pantalla entre medias.

Yo tengo un sol de atardecer eterno. 
Y la constelación de Géminis tras mi ventana, recordándome pasos, paseos, pisadas.
Yo tengo un gato, un oso, un alien, un bicho y un señor caballo.

Escribí hace mucho tiempo poemas...
...¿qué más puedo ahora escribir?...

Pues:

"Es de señalar que tu pérdida
supuso el premio de tenerte para siempre.
Es de novela rosa pensar
que fue nuestra ruptura el comienzo de nuestra relación.
Ella vino a la llamada de un pobre sin sentido.
Y, sin buscar poesía, versos encontró.
Sin anunciar tormenta, fue un torrencial.
Pero sobretodo sin hacer mella
por dentro, muy profundo, me cambió. (Tronó).

Es cierto lo de su doble cara,
lo de su doble vida,
lo de dos voces en su cabeza.
Pero quién es quien quiera comentar la certeza
de que todos somos locos,
de que ninguno sabemos,
lo que queremos. Con franqueza.

Y vino con el invierno madrileño
y se marchó con un verano berlinés.
Y a mí me deja completo
para encontrar a su gemela.
Sin dejar de querernos y de decirnos
esos bonitos te quiero's a la vez.

Yo lo tuve, y lo dejé volar libre porque no es poseer lo que define el amor. Si no el disfrute del vuelo del otro.  Es la pregunta constante, la angustia y el vacío interior. Que te da la respuesta a la pregunta que da miedo. ¿Qué es esto que siento yo?

Me hará sonreír y aprender toda la vida. 
Me da hostias desde lejos
para ver si me hace espabilar
y así se volverá eterna.
Mi sol de amanecer eterno,
mi madriguera, mi estrella polar.
Mi monstruíta.
Mi Noia Gemelar."

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