miércoles, febrero 13, 2013

Two and five.

Los veinticinco me han traido una sonrisa mañanera y llanto de emoción.
Me han regalado un examen y mimos de mi madre constipada. Que aun teniendo fiebre siempre tiene una caricia y un beso para mí.
En mi cuarto de siglo me toca ejercer de profe y ensayar con mis chicos de Vendémiaire.
Me cubre de amor, belleza y ánimo mi Noia.
Me arroja otro abrazo y me arropa con sus ojos mi Noi.
Y Madrid me regala otro amanecer.
El cual veo desde mi Dinosaurio mientras que, escuchando Trapecista, voy camino del Instituto.
Mi juventud me regala barba, ojeras y palabra.
Mis veinticinco me regalan almorrana, depresión y arcada.
No han traído aun revolución.
No han llegado aun los OVNIS.
Seguimos sin noticias de dIOS.
Y, a parte de facebook y twitter, el humano sigue en su involución.

El verano de mi vida me trae música y contemplación.
Junto a la mirada fotográfica de Silvia y Rafa.
Y junto a mi Atreyu y el Esqueleto
y su humildad paradigmática.

Y aunque los 'parajitos cortan nubes y van con prisa a Otro Lugar'.
Y aunque 'yo no se nada del bien, ni del mal ni de la realidad'.
Sigo caminando sin mayor drama ni comedia.

No hay comentarios: